ALIMENTACION CONCIENTE
Tuve mi propia epifanía respecto al dilema de la
alimentación en conciencia, esta ocurrió en esos breves instantes que laten
siempre en la conciencia de quienes estamos en la búsqueda permanente de la
verdad más profunda, esos micro segundos que separan un estado del otro. Fue
hace poco, en una tarde de agosto al “fin del mundo”, como se le llama a esta
parte del planeta, mirando una hermosa película llamada “Un viaje de diez
metros” en donde una madre traspasaba sus conocimientos de la mágica cocina
ancestral de India a su hijo pequeño, fascinado por las especias, los aromas y
las palabras sabias de su madre. En la escena, unos ojos negros y brillantes
miraban asombrados las manos de su madre mezclando sabores, ojos aún más
brillantes y asombrados al oír de boca de su madre la frase “Para comer tenemos que matar” …
Fue en ese preciso instante que terminó de armarse el
rompecabezas (literalmente), toda la información que he recibido por años de
diferentes fuentes, toda la comprensión terminó de revelar para mí lo que hace
eco en mi ser más profundo, y sé que mis amigos vegetarianos, veganos y líneas
similares de alimentación tendrán su opinión al respecto, sin embargo he aquí
otra línea de “Alimentación Conciente”:
Estamos experimentando la vida en un plano de existencia en
donde una de las reglas del juego es la DUALIDAD expresada en TODOS los ámbitos
de nuestro andar, ser, sentir y expresar. Quienes estamos encarnando aquí ( además de en otros planos…)nos sometemos
voluntariamente no sólo al olvido de otros planos de mayor luz y menor densidad
sino que, además, aceptamos en el olvido las reglas del juego de este plano de
existencia.
Alimentarnos, “comer”, es cuidar y proveer principalmente al
cuerpo físico de todas aquellas sustancias, nutrientes, químicos, minerales y
demases que el cuerpo físico requiere para existir, la elección de dónde los
tomamos cambia y se mueve junto con las eras, los movimientos demográficos,
climáticos, políticos y religiosos…Lo que era adecuado para el hombre de las
cavernas probablemente no es idéntico a lo que requiere el cuerpo de los
humanos hoy; lo que es puro para algunos credos, carece de importancia para
otros; lo que propone el Ayurveda - tan sabio- no es en la práctica, fácil de
asumir en todos los continentes; lo que propone la naturopatía y la nutrición
convencional se opone en mucho al Ayurveda y así podríamos analizar muchas líneas
sin saber a cuál acogernos.
Ahora bien, hay otro aspecto de la alimentación y es muy
poco abordado: LA LUZ
Con todo, somos Seres de Luz encarnados. Gran parte de lo
que necesitamos y gran parte de lo que nos alimenta es en realidad LUZ. Sin saberlo, más allá de los nutrientes que
componen cada uno de los alimentos que ingerimos, lo que nos alimenta es LUZ.
Cada uno de los alimentos que elegimos traen en sí mismos LUZ y es esa luz la
que nos nutre más que minerales y vitaminas. En los tiempos que corren, de
expansión de conciencia, grandes movimientos humanos y cósmicos, la energía
pura disponible para el cuerpo físico desde el cosmos es tanta que la mayor parte
de nuestra alimentación hoy es LUZ. Es mayor el porcentaje de luz que nos
alimenta que el porcentaje de nutrición tomado de lo físico de lo que elegimos
para comer. Quizás muchos han notado ya la necesidad de disminuir las
cantidades de alimento diario, eso sin hablar de la necesidad de cambiar el
tipo de alimentación debido a potentes cambios en el propio cuerpo.
Y muchos dirán “Si la luz nos alimenta, por qué entonces
continúa la hambruna asolando pueblos y continentes?” . Ese tema, queridos amigos, requiere de
reflexionar extensamente y con apertura de mente. La conciencia humana está “procesando”,
aún no se libera, recién se está cuestionando; recién en el caos se está dando
cuenta de la realidad que ha creado y en la que ha vivido. Muchas almas están
avanzando hacia el “retorno a la LUZ”…. Muchas otras son las almas que aún
seguirán viniendo a experimentar lo más denso de esta realidad. A nosotros nos
corresponde hacer lo que nuestras almas nos indiquen, denunciar, actuar como se
pueda, acompañar, acudir, consolar…está todo dentro del libre y armonioso
proceder de todo ser humano expandiendo conciencia. Sin embargo, algo debe ser
recalcado: lo que hagas, aún si eliges ser denunciante, debes hacerlo libre del
odio, pues si lo haces desde el odio lo que estarás haciendo es sumarte a la
densidad en lugar de iluminar.
La LUZ nos nutre, luz que tomamos de vegetales, animales e incluso
de las piedras si ves su conexión con nosotros y el TODO.
Minerales, vegetales, animales fueron concebidos en la misma
Conciencia, con el mismo propósito: coexistir, complementar, cumplir los propósitos
de cada uno, en respeto, en conciencia, en reverencia.
¿Acaso creéis que el Absoluto no concibió vegetales y
animales para nuestro sustento? ¿Acaso creéis que alimentarnos de seres vivos
es producto de la “maldad” humana? ¿Acaso no sabéis que de todo se nos proveyó en
esta tierra para que nos sostuviera en nuestro peregrinar, para que
ejerciéramos con justicia? ¿Con justicia? Sí, con respeto, con equidad, con
reverencia y gratitud. Ese es el verdadero conflicto, que la humanidad ha
llegado a la devastación y a la vulgarización incluso de la alimentación.
¿Cuál es mi posición? El punto de equilibrio. Prefiero no comer
carnes pero, para mí, no es menos conciencia una lechuga que un ternero y sé
que suena fuerte, pero no logro ver la diferencia sólo porque el ternero tiene
ojos para mirarnos y la lechuga no los tiene. Escuchas los gritos del ternero,
pero no escuchas los de la lechuga cuando la vas a sacar de la tierra y
cortarla. ¿Si escucharas el llanto de la lechuga tanto como el del ternero,
dejarías de comer lechuga? Hay pruebas
científicas que demuestran la sensibilidad de los vegetales y su inteligencia,
por si los necesitas.
“I see you”, la
expresión que ha hecho eco en miles de humanos que le repiten ahora a
conciencia. De la película “Avatar”, una expresión que entrega reconocimiento y
gratitud reverente ante el cuerpo del hermano animal que se entrega según el
plan cósmico para el sustento de los humanos.
De verdad es un gran dilema esto de cómo alimentarnos cuando
ya no hay vuelta atrás en la toma de conciencia, cuando ya es un hábito
escuchar al cuerpo pedir o rechazar algún alimento.
Humildemente, llamo a mis hermanos y hermanas en la luz, a
comprender los procesos por lo que pasa la humanidad y los procesos propios;
llamo a que seamos responsables, tomemos una posición seria pero compasiva
hacia todos los seres y hacia nosotros porque las leyes fueron
concebidas desde el Absoluto. Son otras las esferas en donde no tomamos la luz
a través de otros seres (los hay en este
plano, pero no es la regla general).
Busca TU VERDAD, pero
LIBRE…..libre de juicio, de culpa y de miedo. Lleno de gratitud y reverencia.
Bárbara Belmar Menanteau ©