ALQUIMIA, UN CAMINO DE AUTOTRANSFORMACION:

Por medio de un gradual y profundo autonocimiento y comprensión de la vida, así como de otros conocimientos y herramientas, irás descubriendo tu grandeza y dejarás atrás tanto de tu dolor que un día dirás que ese del pasado no pudiste ser tú!

sábado, 10 de octubre de 2009

Jesús meditaba


Algunas personas temen meditar aún cuando sienten en su corazón un fuerte llamado a hacerlo. Temen por condicionamientos de culturas y religiones. Temen porque se les ha dicho que entrarán en contacto con seres que "no son buenos"....Temen porque creen que traicionarán un credo....
Por favor no temas...
Descubre el amor, la libertad y la luz que esta manera de conectarse con Dios te puede enseñar.

Jesús dice....

Muchas de las cosas que quise dejar como enseñanza, no sólo a mis discípulos sino a todo el mundo conocido en ese entonces, fueron incomprendidas, cambiadas, complicadas, aún cuando eran simples; pero no fue un error haberlas dejado en ese tiempo, con en ese nivel de conciencia y cultura, era necesario que así fuera y era oportuno porque desde entonces hasta ahora ha sido el tiempo necesario para ver germinar la semilla que entonces dejé plantada. Una de esas semillas fue la manera de comunicarse con la Divinidad y la mayoría hemos estado de acuerdo en llamar a esta Divinidad Padre, Padre/Madre, como una forma de hacer sentir el significado de lo que ello significa. Comunicarse con el Padre es ponerse en contacto con la propia esencia, con la propia fuente, fuente de vida, de existencia, de ser y a través de los tiempos las civilizaciones le han dado a este acto y a esta intensión muchísimos nombres y formas pero subyace en todas ellas el deseo profundo de hacer contacto con Dios en toda su expresión ya sea para agradecer, honrar, amar, pedir y todo está bien. Si el rezo es una forma de comunicarse con un Dios externo, la meditación te lleva a conectarte con la Divinidad dentro de ti porque tú eres esencia divina, materia divina, experimentando la vida, reencontrando al Dios que hay en ti, la meditación es hacia adentro y el rezo va hacia fuera. En la meditación, vas poco a poco aprendiendo a conocerte y reencontrarte con ese ser infinito que tú eres. Maneras de aprender hay muchas, Maestros también, pero poco a poco serás tú mismo quien encuentre su camino, sus métodos. Confía en tu intuición, de tus Maestros toma todo lo que haga resonancia en tu corazón, no te fuerces a hacer nada que no vaya contigo, la Divinidad en ti te mostrará tu camino. Tampoco te frustres porque no sientas cosas, mucha gente va a la meditación intentando sentir cosas, ver cosas y mucha gente se aleja de ella porque no ve ni siente lo que ha escuchado decir a otros que sienten y ven, basta la intención de tu corazón, tienes que saber que no es gran cosa ni significa que un ser sea más espiritual que tú si aquél ve y tu no, si aquel otro siente y tu no, es la intención sincera de tu corazón la que abre las puertas. Puede ser que más adelante veas y sientas pero aún si no lo consigues no significa que no estés progresando. Hay muchos que ven, que viajan, que sienten cosas y sin embargo no han crecido, sin embargo no has despertado, hay dones psíquicos que pueden estar despiertos y sin embargo eso no significa que la persona esté avanzando espiritualmente, son simplemente capacidades naturales al ser humano que algunos tienen más despiertos que otros, pero créeme que eso no los habilita para sentirse superiores en nada. No es algo ajeno al ser humano viajar por los mundos, ver y sentir cosas y seres, es lo natural porque de allá vienen todos, todos vienen de otros mundos, dimensiones y esferas, no es raro entonces abrirse a luces y viajes, seres y estrellas. Lo verdaderamente importante es la sinceridad y la perseverancia de tu corazón en la búsqueda de tu verdad y del reencuentro con la Divinidad porque eso es lo que pondrá a prueba tu entereza en la búsqueda de tu luz, es en este mundo en donde tienes que poner a prueba tu vida, no allá en las otras esferas. Estás en este mundo y en esta vida para crecer aquí y experimentar aquí todo lo que la vida humana desafía, todas las metas y aprendizajes que tu alma vino a buscar. Por lo tanto, no busques en la meditación el encuentro con luces y estrellas, pueden venir o no en algún momento y eso no significa que midan cuánto has crecido. Sigue adelante y nunca lo olvides que la sinceridad y la intención de tu corazón es lo que verdaderamente importa para crecer en tu proceso y en la capacidad y la intensidad de tu meditación.
Con el amor del Universo y de Nuestro Padre,
Te bendigo.
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Bárbara Andrea Belmar Menanteau