ALQUIMIA, UN CAMINO DE AUTOTRANSFORMACION:

Por medio de un gradual y profundo autonocimiento y comprensión de la vida, así como de otros conocimientos y herramientas, irás descubriendo tu grandeza y dejarás atrás tanto de tu dolor que un día dirás que ese del pasado no pudiste ser tú!

jueves, 7 de mayo de 2009

La Sabiduría del Corazón

Durante siglos se ha desprestigiado al corazón, calificándolo de loco, iluso, tonto. Es una etapa más, en la evolución de la raza humana, aquella en que la humanidad endiosó a la razón y la lógica como una manera de reconocerse inteligente y autónomo, sin embargo, con el paso del tiempo las decisiones y estilos de vida tomados desde esa perspectiva han traído sobre la humanidad demasiada soledad, desenfrenos, enajenación, angustia. A estas alturas, ya se siente claramente un llamado silencioso, pero constante y fuerte, de cada ser humano para volver a “sentir”, volver a creer en lo que el corazón nos dice.
El error está en creer que el corazón carece de razón. Un corazón, una emocionalidad sana y madura, estará dotada de una magna gama de herramientas y conocimiento que clarifican las decisiones y las emociones. La verdad es que la razón del corazón es la que está más unida a la verdad universal superior, ha unificado mente y emociones de manera brillante, haciendo de la razón emocional una sabia guía.
Deberíamos comenzar a enseñarles a nuestros hijos el arte de oír lo que el corazón dice. Que aprendan a creer en sus propias intuiciones y emociones les abrirá las puertas para entablar relaciones humanas sanas a todo nivel. Cuando el corazón dice “cuidado”, hay que tener cuidado…Cuando dice con el lenguaje de su paz y felicidad, que todo está bien, seamos felices…Cuando te dice qué lugar es el tuyo, podrás sin dudar reconocerlo! Pero requiere práctica, como por la práctica de descalificarlas se olvidó el valor de las emociones, práctica es la que a los niños les ayudará a ser adultos más sanos y conectados consigo mismos.
Es tiempo de volver a creer en nuestro corazón…el corazón es sabio.

Bárbara Andrea Belmar Menanteau
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