ALQUIMIA, UN CAMINO DE AUTOTRANSFORMACION:

Por medio de un gradual y profundo autonocimiento y comprensión de la vida, así como de otros conocimientos y herramientas, irás descubriendo tu grandeza y dejarás atrás tanto de tu dolor que un día dirás que ese del pasado no pudiste ser tú!

viernes, 24 de julio de 2009

"Cuicos Flaites" (diario El Mostrador.cl, Julio 24, 2009)

Me sigue llamando poderosamente la atención la incapacidad de los adultos para mirarse a si mismos y reconocer cuánto de lo que ellos reprochan a los jóvenes es un espejo de si mismos. Mucho menos parecen tener conciencia de cómo los adultos han promovido la formación de esos jóvenes en una manera de vivir y sentir que califican de lo peor.
Descalifican a estos jóvenes como si se tratase de algo ajeno a ellos, son “ellos”, “esos”, los hijos de otros, nunca los míos. Son los hijos de “esos” padres, que viven de “esa” manera y que nada tienen que ver conmigo, con mi entorno, con lo que yo soy.
No entiendo cómo pueden seguir culpando a otros sin mirar que son parte de la conciencia general de la sociedad. Todos, desde los más calificados profesionales que viven en los más altos barrios, pasando por los estratos medios y llegando a los bajos, consumen ávidos, a diario, toneladas de vulgaridad; manosean, sin la más mínima autocensura a los más nobles sentimientos; expulsan por sus bocas millones de bajos adjetivos calificativos; microbios y venenos por doquier, hacia todo y todos. Todos han sido muy productivos entregando bienes de consumo masivo, incentivando la necesidad, exacerbando los instintos hasta lo imposible y ahora se ubican en la cómoda posición de calificar a “los otros”.
¡Para qué decir de la incapacidad de ver lo positivo de los jóvenes!
Conozco no algunos sino miles de jóvenes que luchan sanamente y con fuerza por lo suyo. Otros tantos que aman, otros muchos que son gentiles, que saben lo que quieren y no todos ellos son de familias acomodadas, muchos han vivido con un solo padre y las cosas no han sido fáciles.
Qué bueno sería que la educación se transformara en un derecho natural y no en un bien de consumo más. Qué bueno sería que los intereses mezquinos de los poderosos cedieran. Qué bueno sería que nos diéramos cuenta de que los jóvenes, TODOS LOS JOVENES SON NUESTROS JOVENES, que no se trata de razas, ni de países, ni de sectores sociales.
Los jóvenes nos están mostrando en qué fallamos los adultos.
¿Cuándo vamos a verlos, a oírlos, a atenderlos?
Sí, es verdad, muchos de ellos ya no quieren oír, muchos ya no creen en nada. Como el cáncer diagnosticado tardíamente. Pero aún por ellos hay algo que hacer y, lo más importante, hay tanto que se puede hacer por los jóvenes que son, guste o no, el futuro de la humanidad.
¿De dónde vendrán las primeras señales de verdadero cambio?
¿Quién o quiénes serán los valientes?¿De qué “bando”?
¿Quién o quienes se atreverán a adjudicarse el tremendo reconocimiento del futuro?
Está por verse.

Bárbara Andrea Belmar Menanteau
(c) Todos los derechos reservados

2 comentarios:

  1. La verdad respecto al tema citado, se debe en muchos casos de quienes hoy somos padres, y que radica en la irresponsabilidad de ser padres de familia, por que simplemente hoy en dia solo procreamos, y los hijos que se crien a la buena de Dios, o del Diablo, y donde no existe un control responsable de parte de los padres sobre los hijos, y como saber con quienes se juntan los hijos, ver si hacen las tareas escolares, por que les da lo mismo en los sectores bajos, si el hijo repite, o pasa, ademas si el niño no quiere estudiar, simplemente lo dejan que no haga nada, y de allí solo hay un paso, a la delincuencia, y creo que la forma de camviar esta irresponsabilidad, es que la justicia sea drastica con los padres, por los actos cometidos con los hijos en todo orden de actos, y sean estos sentenciados por tribunales, con multas duras, o con carcel segun sea el delito cometido por los hijos, y que sean los padres quienes paguen la irresponsabilidad, de no saber criar y controlar sus hijos inimputables, por que si el arbol no se endereza de niño, es muy dificil enderezarlos cuando ya tienen ideas formadas, y habiendo medidas duras al respecto de los padres, por los actos deleznables de sus hijos, solo asi los padres por evitar multas y castigos penales, de privacidad de libertad o multas que duelan segun sea el delito cometido por los hijos inimputables, solo asi se preocuparan mas de su crianza, y de controlar y saber con quienes estan sus hijos, o que andan haciendo por evitar verse envueltos en juicios, ejercerán un control sobre los hijos mas drastico, y evitandose asi el caos imperante en los jovenes.

    Creo que solo asi se podria revertir dicha situacion, que parece incontrolable por la irresponsabilidad de los padres, y el libertinaje de la juventud adolecente, que siempre tiene los frenos malos y no saben cuando parar, pero para ello se debe legislar al respecto, y donde los menores son inimputables, saben los padres, que al poco rato seran nuevamente dejados en libertad, pero si hay un adulto que debe responder por los actos de sus hijos, se verian obligados a ser mas controladores de sus hijos, por no verse envueltos en problemas judiciales, lamentablemente somos hijos del rigor, y eso se debe a que tal como dice el articulo, los hijos son el reflejo de sus padres, es decir; "como son los padres, son los hijos, y aún mas degradados que ellos", por el libertinaje irresponsable de no preocuparse que hacen los hijos.

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  2. Estimado Anónimo, Gracias por comentar.
    Es verdad que, en muchos casos, lo primero que hay que hacer, ya como medida de urgencia, es aplicar una ley más dura o, quizás, sólo más clara y equitativa. Sin embargo, mi llamado no es a poner más rejas, las que hay bien aplicadas deberían bastar para ayudar a la sociedad a ordenarse dentro de su realidad actual, mi llamado es a comenzar a crear mejores vidas desde su inicio, entregar mejores condiciones de desarrollo, reconocer lo positivo de la juventud y de las familias porque, de verdad hay mucho positivo para reconocer , fortalecer y potenciar.
    Por milenios, hemos sido hijos del rigor, pero ya es tiempo de comenzar a cambiar esa estructura...y se puede. Así también, una creencia que hay que derribar es esa que dice que problemas de delincuencia de los hijos se dan preferentemente en los sectores "bajos" porque créeme que se dan a todo nivel, quizás con otros nombres o disfrazados o silenciados o maquillados, pero se dan.
    Saludos cordiales.
    Bárbara

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