El concepto de “iluminación” ha ido cambiando conforme la humanidad misma va evolucionando. Hace cientos de años y también menos, se decía que un ser iluminado debía mostrar ciertas características, por ejemplo, debía ser absolutamente neutro en sus emociones, debía manejarse lejos del mundo común, no debía, por nada del mundo mostrar que seguía siendo un humano puesto que se suponía que ya había trascendido todo lo que aqueja y concierne a un humano, la ira, el dolor, el miedo, el amor, la dicha, la risa no debían expresarse, al menos no abiertamente y, menos, desvergonzadamente; el sexo medido y “si es que…” Lo esperado, por otra parte, era que se mostrara concentrado la mayor parte del tiempo, con una mirada casi perdida, ajeno y, en lo posible, se mantuviera en posición loto meditando largas, larguísimas horas. Para qué decir si levitaba!! Todas esas características personales e íntimas que pudieran generar dudas en el expectador debían suprimirse.
Así, se perseguía no dar motivos de dudas respecto de un camino, no crear caos ni contradicciones, pero también resultó en que el común de la gente sentía que “nunca voy a lograrlo…sencillamente es demasiado para mí…”
En la actualidad es diferente, la iluminación ya no es algo inalcanzable sino que es un estado al alcance de la mano, para algunos tras mucho trabajo personal, para otros de manera tan natural como despertarse una mañana y sentir que todo lo comprende y es posible!!
¿De qué depende? ¿Quizás del antojo de la Divinidad, que para unos lo hace fácil y para otros difícil? No, depende simplemente de tu estado evolutivo, de lo que hayas ido experimentado vida tras vida y de lo que te falte o no te falte ver, superar, experimentar, aceptar.
Cumpliéndose ya el ciclo de los 26 mil años (2012), en los que la alineación planetaria facilita la llegada a la tierra de ciertas energías de ascensión para el planeta y la humanidad, todo se da para que ocurra la iluminación en masa. Y está ocurriendo. Una iluminación que no te saca de tu vida sino que te permite verla, sentirla y comprenderla desde puntos de vista profundos y distintos; una iluminación que si bien puede despertar en ti ciertos dones, estos dones no son imprescindibles para que seas un iluminado. La iluminación es liberación de la ignorancia de quienes somos, es armonía, paz, certeza, felicidad, complementación, aceptación….sin juicio, sin castigo…sin calificación ni descalificación. Libertad!!
“Milagrosamente”, cuando comienzas a salir de esta ignorancia, cambias…sin esfuerzo, sin prohibiciones, poco a poco y de manera natural. Milagrosamente, eres lo que se llama un mejor ser humano…
Esta misma energía, presiona para que lo que hay que limpiar, ver, superar, etc, salga a la superficie como una pus de una herida descompuesta….por eso ves por todos lados el caos tanto como puedes ver, si quieres, la luz.
La humanidad está comenzando a ver en el caos una oportunidad de cambio en todos los ámbitos de la vida. Maravilloso si puedes hacerlo tú, en tu vida, en tu ser.
Bárbara Belmar Menanteau
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En medio de tanto caos todo parece perdido,pero las mismas energías que están poniendo en evidencia lo que está mal, son las que promueven el cambio hacia una Nueva Humanidad. Atrévete a ser parte de los que apuestan por una vida mejor para todos, atrévete a comenzar el cambio partiendo por tí mismo, atrévete a ser un alquimista.
ALQUIMIA, UN CAMINO DE AUTOTRANSFORMACION:
Por medio de un gradual y profundo autonocimiento y comprensión de la vida, así como de otros conocimientos y herramientas, irás descubriendo tu grandeza y dejarás atrás tanto de tu dolor que un día dirás que ese del pasado no pudiste ser tú!
maravilloso manden mas a todo el mundo
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