ALQUIMIA, UN CAMINO DE AUTOTRANSFORMACION:

Por medio de un gradual y profundo autonocimiento y comprensión de la vida, así como de otros conocimientos y herramientas, irás descubriendo tu grandeza y dejarás atrás tanto de tu dolor que un día dirás que ese del pasado no pudiste ser tú!

lunes, 21 de mayo de 2012

Cada vida una Joya


Toda joya ha sido en su origen apenas un anuncio, un potencial y aún sin todo su brillo es, sin embargo en su esencia, ya una joya en sí misma. Tal es la verdad encerrada en toda vida humana que guarda dentro de sí el potencial divino que le pertenece por derecho propio, por cuna de origen. Puedes mirar hacia el lado y juzgar duramente que tal o cual no debiera existir o que aquel otro es demasiado básico y brutal como para guardar dentro de sí el potencial de una joya, sin embargo, no hay cosa, persona ni asunto alguno sobre este mundo que no guarde lo divino. Todo y absolutamente todos vamos al mismo lugar y tenemos el mismo origen. Todos comenzamos a recorrer un camino, la diferencia está en qué parte del camino estás. Nada más. Fuiste básico y brutal, ahora quizás has crecido y estás más cerca de recordar quién eres en realidad. Has sanado y has comprendido; has soltado y has avanzado pero no olvides, a tu lado va un ser igual que tú, sólo que ha recorrido más o menos camino.  Al final, toda alma tiene un único destino. Te demoras más o te demoras menos, da igual, el tiempo no existe, el Universo es infinito.
Si vas a juzgar a otro, júzgalo con bondad pues debes saber que puedes estar siendo observado por uno más evolucionado que tú, con amor y compasión.
El llamado es a expandir conciencia, expandir tu mirada, comprensión, amor, sabiduría de vida!
La elección es tuya.  Este es el momento y la época para atreverte a ver, avanzar.
Nadie te apura, pero estás listo. ¿Quieres darte unas vueltas más por este nivel del juego?
¿Cuántas veces más quieres repetirlo habiendo tanto por conocer en otros niveles?

Te oigo quejarte de tu vida, de tu “mala suerte”, de la maldad que “hay en otros”…pero estás demasiado cómodo en tu sofá como para levantarte a abrir las ventanas y recibir el aire fresco.
Los pasos que tendrías que dar entre tu sofá y la ventana podrían acarrearte algún dolor de espalda?…Peor aún, podrías caer!
Entonces quédate. El aire fresco no es para ti. Te darás en el juego unas vueltas más en el mismo nivel que tanto has repetido y seguiré escuchando cómo te quejas de tu vida sin atreverte a mover nada.

Bárbara Belmar Menanteau  ©

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