Toda joya ha sido en su origen apenas un anuncio, un
potencial y aún sin todo su brillo es, sin embargo en su esencia, ya una joya
en sí misma. Tal es la verdad encerrada en toda vida humana que guarda dentro
de sí el potencial divino que le pertenece por derecho propio, por cuna de
origen. Puedes mirar hacia el lado y juzgar duramente que tal o cual no debiera
existir o que aquel otro es demasiado básico y brutal como para guardar dentro
de sí el potencial de una joya, sin embargo, no hay cosa, persona ni asunto alguno
sobre este mundo que no guarde lo divino. Todo y absolutamente todos vamos al
mismo lugar y tenemos el mismo origen. Todos comenzamos a recorrer un camino,
la diferencia está en qué parte del camino estás. Nada más. Fuiste básico y
brutal, ahora quizás has crecido y estás más cerca de recordar quién eres en
realidad. Has sanado y has comprendido; has soltado y has avanzado pero no
olvides, a tu lado va un ser igual que tú, sólo que ha recorrido más o menos
camino. Al final, toda alma tiene un
único destino. Te demoras más o te demoras menos, da igual, el tiempo no
existe, el Universo es infinito.
Si vas a juzgar a otro, júzgalo con bondad pues debes saber
que puedes estar siendo observado por uno más evolucionado que tú, con amor y
compasión.
El llamado es a expandir conciencia, expandir tu mirada,
comprensión, amor, sabiduría de vida!
La elección es tuya.
Este es el momento y la época para atreverte a ver, avanzar.
Nadie te apura, pero estás listo. ¿Quieres darte unas
vueltas más por este nivel del juego?
¿Cuántas veces más quieres repetirlo habiendo tanto por
conocer en otros niveles?
Te oigo quejarte de tu vida, de tu “mala suerte”, de la
maldad que “hay en otros”…pero estás demasiado cómodo en tu sofá como para
levantarte a abrir las ventanas y recibir el aire fresco.
Los pasos que tendrías que dar entre tu sofá y la ventana podrían acarrearte algún dolor de espalda?…Peor aún, podrías caer!
Entonces quédate. El aire fresco no es para ti. Te darás en el juego unas vueltas más en el mismo nivel que tanto has repetido y seguiré escuchando cómo te quejas de tu vida sin atreverte a mover nada.
Los pasos que tendrías que dar entre tu sofá y la ventana podrían acarrearte algún dolor de espalda?…Peor aún, podrías caer!
Entonces quédate. El aire fresco no es para ti. Te darás en el juego unas vueltas más en el mismo nivel que tanto has repetido y seguiré escuchando cómo te quejas de tu vida sin atreverte a mover nada.
Bárbara Belmar Menanteau
©
No hay comentarios:
Publicar un comentario