Y no sería extraño que hayas llegado a este sitio buscando
respuestas a tus preguntas acerca de qué pasó realmente el tan anunciado 21 de diciembre del 2012. Tanta, tantísima información en la red,
tantas veces tergiversada intencionalmente y otras veces producto de las
mejores intenciones pero desde una mediana ignorancia o de ego. Sin embargo, hubo suficiente información no
apocalíptica. ¿Con cuál te quedaste tú?
No entraré aquí a
intentar exponer una tediosa explicación desde el punto de vista astronómico,
físico y espiritual, que si bien es demasiado interesante, hay verdaderos
expertos en explicaciones a todo nivel (entre muchos, les dejo nombres como Nassim
Haramein y Matías de Stefano).
Si antes has venido a mi blog sabrás, por mis anteriores
artículos, que siempre fui de las personas que no creyó en el fin del mundo y
que siempre planteó que lo que sucedería sería nada más y nada menos que el fin
de un ciclo y comienzo de otro; la
alineación planetaria cada 26 mil años, las energías que recibiríamos con ello
y todo lo que eso significaría para el planeta y la humanidad. Es importante
que recuerdes lo anterior para que comprendas que lo que te diré ahora no viene
de un súbito reconocimiento de que el mundo no se acabó sino como consecuencia
de un arduo y consciente recorrido espiritual.
Con todo, les entrego sólo una pincelada de información en
un lenguaje lo más sencillo posible. Ustedes busquen lo suyo….
El proceso no comenzó el 21 de diciembre pero ese día fue el
pick de la alineación planetaria y las energías venidas desde el centro de la
galaxia fueron las más potentes jamás recibidas, energías de alta vibración que
favorecen la reconexión con lo que llamamos divino, con el Todo, nuestra
verdadera esencia y trascendencia.
¿Qué significa esto?
¿Qué significa esto?
Pues, significa que a partir de ahora nuestros procesos de
expansión de conciencia se acelerarán.
¿Expansión de conciencia?
Comprensión de la dualidad de la vida: el bien y el mal, la
felicidad y la tristeza, la justicia, el abuso, etc); reconexión con nuestra
verdadera esencia, una esencia sabia que te revelará poco a poco quién
realmente eres en lo humano; comprenderás las razones de tu comportamiento
y formas de ver y sentir y, con ello, comprenderás que no eres distinto al resto de la humanidad.
Verás la verdad de ti mismo (a), sin caretas ni autoengaños, comprenderás y
sentirás empatía por los demás. Comprenderás tu vida y repentinamente
entenderás que no hay a quién guardarle rencor. En lo espiritual, sabrás con
todo tu ser que eres parte de un todo infinito, que la vida no es una sola, que
no hay infierno ni castigo, que todo es un plan perfecto, que tienes derecho y
línea directa con Dios, que Dios no es una palabra ni un señor de barba. En fin, es una transformación completa que
poco a poco te irá liberando de todo cuanto te ha atado en este mundo; el
miedo, el odio, el tedio, la decepción, la sumisión ignorante, la rabia, el
desamor, todo irá, poco a poco, quedando atrás y, lo más hermoso de esto es
que, así como tú en tu individualidad irás
cambiando, estos mismos cambios se irán viendo en la sociedad a nivel de
planeta!
Ya verás, cuando
dejes este mundo ya no será el mismo. Pero por favor no esperes que los cambios
sean rápidos, ten paciencia contigo y el planeta!
Si los cambios fuesen rápidos…no hay cuerpo físico ni mente
que los pudiera sostener sin reventar!
Las comprensiones y los cambios energéticos en tu cuerpo son tantos que no se te pueden dar todos de un golpe, pero además se trata de que cada ser humano viva su propio proceso. Como esencia divina que somos cada uno debe tomar en sus manos el trabajo de despertar, reclamamos nuestro derecho divino de despertar, pues reclamar el derecho es aceptar tu responsabilidad en ello.
Las comprensiones y los cambios energéticos en tu cuerpo son tantos que no se te pueden dar todos de un golpe, pero además se trata de que cada ser humano viva su propio proceso. Como esencia divina que somos cada uno debe tomar en sus manos el trabajo de despertar, reclamamos nuestro derecho divino de despertar, pues reclamar el derecho es aceptar tu responsabilidad en ello.
Lo fascinante de esta nueva era es que con las energías que
estamos recibiendo y seguiremos recibiendo por mucho tiempo (buscar “Día y Noche Galáctica”) ya no es necesario el
tremendo esfuerzo que hacían los antiguos gurúes para conseguir un tanto de
iluminación, hoy tenemos la tremenda oportunidad de conseguir avanzar mucho más
rápido. Aún más, tenemos la ayuda de una conciencia colectiva formada por miles
de humanos que han ido despertando en las últimas décadas, ellos han dejado una
huella energética de comprensión y expansión a la que toda la humanidad puede
agarrarse ahora!
Previo a todo cambio,
personal y colectivo, siempre hay una revolución, una manifestación abierta de
lo que está mal, conflictos agudizados en tu vida y en la sociedad, asuntos no definidos o no
finiquitados que deberás resolver…No temas, míralo todo como la pus que debe
salir de la herida para que pueda sanar, cicatrizar e ir transformándose en una
vida más acorde con el verdadero ser que eres, consecuente contigo mismo, con
tu verdad.
¿Y…eso es todo?
No, por supuesto que no, se irán viendo cambios y señales
por todas partes, en la sociedad, en tu cuerpo físico, en tu mente, en tus
emociones, en tus capacidades de percepción… en los cielos….
Ya te habrás dado cuenta, “ya no pueden” tapar la
verdad…todo se va sabiendo….Espera y verás de qué manera todo va quedando al
descubierto.
Y lo científico comprenderá que está estrechamente unido a lo
espiritual y los avances serán aún más rápidos. La educación y la política irá
cambiando.
Ten paciencia y….mientras las cosas allá afuera van
cambiando, aporta tu granito de arena en el colectivo de conciencias despiertas, trabaja
en ti.
Bárbara Belmar Menanteau (c)
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