Un ser muy amado me
ha dicho no sin cierto dolor: “He perdido el encanto por meditar… si antes
encontraba respuestas, ahora se me acabaron las preguntas o no tengo ganas de
hacerlas… un cansancio profundo….pero también una seguridad….un hastío, pero
también un amor al Padre…..unas ganas de no sé qué que no puedo entender dentro
de mi….
Además, permanezco el dia entero en profunda conexión y, cada
tanto, recibo información que me sirve en mi vivir, entonces…para qué meditar?”
La verdad, me resulta difícil decirle algo útil. Para mi
meditar sigue siendo un alimento cotidiano.
No tengo muchas preguntas que hacer, prefiero descubrir día
a día lo que el Espíritu me muestre e ir aprendiendo y descubriéndome. Al meditar lo que hago es SENTIR…quizás eso
de las preguntas tiene que ver más con la mente y su necesidad de ser el
centro, pero SENTIR tiene que ver más
con “comunión”…..con el Espíritu, con mi divinidad….con el planeta, con el
Universo…con la humanidad…… SENTIR es
lo que abre el pecho y lo llena de amor y amor es lo que en estos tiempos
expande las conciencias….
Comprendo lo difícil que es aquietar la mente para un ser
que lucha cada día en el mundo externo, pero vale la pena la práctica!! La práctica para centrarse, mantener un
foco, para abrir ese bendito agujero por donde entra la luz en formas de paz,
sabiduría y poder!
Sin esa práctica te vas secando de a poco y luego no sabes
qué te pasa, por qué te va ganando el tedio y la desesperanza…
Todos estamos conectados todo el día…todos recibimos
información y guía todo el día….pero es tan importante abrazar al ser que amas
al terminar la jornada! Abrazar al ser
que amas…. A ti…al Universo….
Bárbara.
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