ALQUIMIA, UN CAMINO DE AUTOTRANSFORMACION:

Por medio de un gradual y profundo autonocimiento y comprensión de la vida, así como de otros conocimientos y herramientas, irás descubriendo tu grandeza y dejarás atrás tanto de tu dolor que un día dirás que ese del pasado no pudiste ser tú!

sábado, 9 de febrero de 2013

Tu Luz...Tu Sombra...


No fue tan difícil reconocer mis sombras como llegar a amarlas como una parte inseparable de esta mi personalidad humana, aceptar que vivir esta experiencia, en esta dimensión, significa entre muchas otras cosas, aceptar la dualidad tanto fuera de uno como dentro de uno, ha sido una de las partes más lentas de aprehender no solo con la mente  - que es la primera en aceptar la idea-  sino con el corazón.
Existe demasiada presión hacia lo que la mente colectiva llama “perfección”, una pesada carga, especialmente  sobre todos los trabajadores de la luz, a que sean sólo luz. Cuántos, acaso la mayoría, sucumbe ante esta presión, por temor o por ego y hacen de sus vidas una constante lucha por negar sus sombras y jugar en público el lindo papel de un amor incondicional que quizás no han logrado experimentar ni por sí mismos ni por nadie o juegan a saber o a tener o a poder. Un verdadero maestro no ha pasado por alto sus sombras y no tiene miedo de que se le conozcan porque no tiene miedo a perder adeptos o seguidores, antes bien, sabe que su deber es mostrar la vida y la humanidad tal como es; un verdadero maestro sabe que si muestra una imagen de pura luz podrá ganar adeptos que necesitan venerar  a otros, pero también sabe que ese juego  hará  más dura la carga para los buscadores de la verdad que verán en ellos unas metas inalcanzables.
Amigo, amiga, por más que hagas un hermoso trabajo espiritual para otros, tu trabajo no está completo si no has mirado muy profundamente dentro de ti, sin miedo de ver y de ser lo que eres, con tus sombras incluidas!   No sólo maquilles tus sombras, conócelas, acéptalas, no las desprecies!
 No temas exponerte!  ¿¿Por qué no nos hablas de tus miedos, de tus “caídas”, de tus gustos menos “espirituales”  (por hablar tu lenguaje) ??
Nadie puede quitarte ni sumarte ni un milímtero de tu estatura espiritual!!    Qué importa  a quiénes les gustes y a quienes no? 
No, no estoy diciendo que vayas por ahí abriéndote sin prudencia alguna o pasando a llevar a todo el mundo en nombre de tu franqueza, eres sabio (a) sabrás hacerlo, te estoy diciendo que no muestres sólo tu luz porque  son tus sombras   -en este plano- lo que te hace perfecto (a), a esto vinimos. Un ser humano  -en este plano-  que no tenga sombras “no es perfecto”, está fallado y hay que ver qué le pasa  -decía mi maestro- y a medida que pasan los años me doy cuenta de cuánta razón tenía.
Cuando llegas a amar tus sombras y aceptarlas como parte de tu integridad humana, curiosamente hace que ellas se suavicen y dejen de apretar tu corazón, logrando a partir de entonces el comienzo del verdadero `proceso de experimentar el amor incondicional. Porque, sabes?  Sólo cuando eres capaz de amarte con tu dualidad sabes lo que es amar a otro con su dualidad y al mundo y a la humanidad….
Cuando llegas a este punto maravilloso de amor por ti comienzas a entender  con el sentimiento que eres uno con el todo y con todos….
Cuando este nuevo amor te empieza a correr por las venas, una mañana te sorprendes preguntándote:   “A quién amo cuando digo Padre, te amo!”???
Una nube de imágenes o de sonidos o de emociones danzan frete a ti mostrándote una nueva parte de la verdad:   Cuando dices   “Padre, te amo”, en realidad estás declarando, simplemente, “AMO”…..Soy Amor,  Amo todo lo que soy, lo que eres, lo que somos….Comprendes que cuando te amas, amas desde la inmensidad de tu esencia….en la Unidad Plena…..

Bárbara Belmar Menanteau (c)

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