Nos enseñaron que teníamos que ser “buenos”, que si no éramos
buenos no seríamos amados y, lo peor, que nos iríamos al infierno. Esa
información se grabó en nuestro corazones y mente de tal forma que aún ahora,
que cada uno está despertando a partir de sus propios estados, creemos que si no hacemos
“lo correcto”, lo que es “esperable” si somos personas que estamos en procesos
de expansión de conciencia, nos seremos “suficiente para”:
Para ser reconocidos por nuestros pares – para ser aceptados
en determinados círculos – para ser amados por un “maestro” fuera de nosotros
mismos – para estar conformes con nosotros mismos – para que el Espíritu se
manifieste en nuestras vidas de maneras gloriosas.
Aún creemos que el Espíritu nos favorecerá “si somos buenitos”,
si meditamos lo suficiente, si cantamos suficientes mantras, si “ponemos el pie
encima a nuestro EGO”, si controlamos nuestra mente para no dar lugar a
nuestros “malos pensamientos o emociones”
Trabajamos para “merecer”…es lo que nos enseñaron…
Todavía falta que se insista lo suficiente en que el
Espíritu es TODO, que no se excluye ninguna emoción humana, que dentro de
nosotros está la luz y la sombra y que ambas deben coexistir en equilibrio y
ACEPTACION. Pero deben coexistir ambas, porque ese es el Plan!!
Sí, debes autoconocerte y transformarte en observador de los
movimientos de tu mente y corazón, conocerte profundamente te llevará no sólo a
comprender por qué sientes como sientes sino que, también, te llevará a
comprender cómo se mueve el alma de cada ser humano, pues, lo veas o no, todos
somos iguales. El sólo hecho de saber de dónde vienen tus miedos y tus iras te
irá transformando poco a poco en un ser menos iracundo y con menos carencias
sin necesidad de obsesionarte por cambiar por la fuerza las características de
tu personalidad que rechazas. La obsesión por cambiar se queda en la mente, te
genera angustia porque pasa el tiempo y ves que aún eres eso que rechazas….no
trabaja desde el corazón…
El Ego NO ES TU ENEMIGO!
A la mente NO HAY QUE DOMINARLA!!
A ambos hay que conocerlos!
Y luego de conocerlos, hay que observarlos constantemente fluyendo en
libertad y aceptación. No temas que fluir con ellos significa caer sometidos
por ellos, por el contrario verás que te moverás entre ellos con gracia divina
y verás cómo vas cambiando sin forzar sino por conciencia!!
Hay que entender de una vez que para ser humanos ”necesitamos” una estructura sicológica que
sostenga la experiencia que vinimos a vivir, de lo contrario no podemos cumplir
con el Plan!
Tu Ego son las raíces que te anclan no sólo a este planeta
sino a la experiencia completa, sin esas raíces no estás plenamente presente en
esta realidad, la que necesitas transitar.
Hay que recordar que no somos seres que debemos mirar hacia
“arriba” esperando merecer ir hacia allá, SOMOS SERES QUE HEMOS VENIDO DESDE
ALLÁ, que vinimos por más de una razón a este plano, voluntariamente, y que
ahora sólo debemos completar el Plan para trascender. Si te niegas a vivir y
sentir todo lo que eres en este plano, estarás rechazando tu esencia.
Trabaja para expandir tu conciencia todo cuanto quieras y
utiliza para ello las herramientas que quieras, las que resuenen contigo, pero
no lo hagas para “merecer”, el Espíritu no necesita eso.
Trabaja por amor, canta mantras por felicidad, ora por
gratitud, baila para sentir tu bendito cuerpo,
“conversa “con el Espíritu porque así te conectas con su sabiduría, pero
no lo hagas por ser bueno, no rechaces tus sombras, ellas también te pertenecen
y son parte del Plan.
Todo lo que haces es para mantenerte “alineado” con el Plan,
pero no esperes que “por eso” el Espíritu se manifestará cuando quieras y como
quieras.
EL ESPIRITU SE MANIFIESTA DE LA MANERA Y CUANDO DEBE SER Y
NO PORQUE LO “MEREZCAS”
Bárbara Belmar Menanteau ©
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