ALQUIMIA, UN CAMINO DE AUTOTRANSFORMACION:

Por medio de un gradual y profundo autonocimiento y comprensión de la vida, así como de otros conocimientos y herramientas, irás descubriendo tu grandeza y dejarás atrás tanto de tu dolor que un día dirás que ese del pasado no pudiste ser tú!

domingo, 30 de diciembre de 2018

¿PUEDE LA GRATITUD ESCLAVIZAR?


En este mundo de emociones la gratitud es una de las que más ennoblece al ser humano. Tener la capacidad de recibir de las manos de otro aquello que en determinada circunstancia necesitamos, requiere humildad, claridad, aceptación de la vida y reconocimiento -en algún punto de nuestros corazones- que al fin y al cabo somos uno.
El que nos da aquello que necesitamos ha de hacerlo por sus razones y desde el punto de vista de conciencia hay otras cosas que hablar, pero en este espacio dibujado en letras para poder llegar hasta ti hoy hablaremos de “tu gratitud”.

Eso que sentimos cuando alguien nos da una mano, esa emoción a veces indescriptible, es por momentos asombro, amor, alegría y si se trata de algo mayor, hasta un momentáneo éxtasis en el que se nos nubla la capacidad de entendimiento. Si pudieras VER esta emoción -así como cada emoción expansiva- verías que en tu campo energético se activa mayor luz…Luz que te permite acceder a procesos nuevos, sanar, entender y un sinfín de etcéteras. Sin embargo, la gratitud hacia el otro no debiera quedarse ahí, debiera expandirse a la vida misma que nos enseña las redes de coexistencia en las cuales todo está en nuestras manos para administrarlo en justicia y equilibrio. Así, es JUSTO, que el que pueda dé y que cada cual dé allí en donde le toca estar. Dar con el corazón abierto y recibir también abriendo el corazón.

¿Es esto posible, esto de dar y recibir así tan abiertamente y sin dobleces?

Sí, es posible. Pero como todo, requiere que sea hecho en conciencia y teniendo la voluntad de hacerlo en conciencia.
Desde la esquina del que recibe -que es hoy el tema- recibir en conciencia significa honrar al otro y recibir en gratitud; en la conciencia de saber que somos uno y que quien te da cumple un mandato lo sepa o no y aún si sus intenciones humanas no fuesen puras. Tú, agradece al otro, agradece a la vida y expande tu luz sin importar nada más.

De pie frente al que te da, no de rodillas. Mirando de frente, no desde abajo. Sois hermanos sin importar las aparentes condiciones en que vuestras vidas transitan.
Por desgracia, no siempre la gratitud es entendida y, también por desgracia, muchas veces es utilizada.

No es gratitud quedarte al lado de alguien que te usa “porque alguna vez hizo algo” por ti…
No es gratitud el no tomar nuevas decisiones “porque ese que alguna vez hizo algo por ti se podría molestar” …

Eso es MIEDO, miedo de que un castigo enorme caiga sobre tu espalda, miedo de que algo te falte y esta vez no te ayuden, miedo de que…ponle tú el final a esta frase.

Si el otro pasa el resto de su vida cobrándote y tú pasas el resto de tu vida pagando, eso no ha sido ni bondad ni gratitud, ha sido manipulación y esclavitud.

Dios mismo -si así lo quieres llamar- requiere tu gratitud sólo para poder darte más luz, pero ni aún él te esclaviza por “el favor concedido”, eso amigo/a mío es tu estructura mental y sicológica y un miedo por el cual te sometes.

La gratitud no hace esclavos, la gratitud te deja libre para seguir creciendo.

Bárbara Belmar Menanteau 

No hay comentarios:

Publicar un comentario