Y ya que las
cosas están pasando tan rápido, el caos del mundo empuja a la humanidad a
entender -casi por la fuerza- las cosas y la vida de otra manera. Así también
la forma en que los seres humanos nos relacionamos con el planeta y entre
nosotros debe cambiar. Sin embargo, la gran mayoría todavía no entiende la
importancia de aprender a relacionarnos también de otra forma con nuestro
propio SER, con lo que cada uno de nosotros en realidad ES.
Pero, Qué
somos?
O más bien,
“Quién soy?”
La respuesta a
esa pregunta es tan enorme que sólo se puede abarcar paso a paso, como bebiendo
de a sorbos el elixir mismo de la vida.
Formas de
encontrar las respuestas a lo anterior y a aquello que para cada uno es vital
hay en un número infinito, pero todas esas aparentes diferencias son sólo los
distintos caminos que llevan a un solo punto, a una sola verdad.
La “meditación”
está en casi todas esas formas de recorrer el camino y se le entiende, también,
de distintas maneras.
De mi
experiencia puedo decir que la práctica de la meditación va tomando formas,
expandiéndose, contrayéndose de tantas maneras como sea necesario para el
crecimiento y el estado del Alma.
Meditar para
buscar paz y quietud es apenas la punta del iceberg, hay toda una riqueza por
descubrir!!
Orar y meditar,
Prácticas de
luz y meditación con distintos enfoques,
Gratitud y
devoción,
Servicio
Llamados e
invocaciones sagradas
Preguntas,
respuestas…..
Es un echo, la
meditación ya no es exclusiva para “especiales” ni para monjes.
Es necesario
renovar esta práctica, esta herramienta tan adecuada a estos tiempos, debe
hacerse de provecho masivo.
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