En el capítulo 8 encuentras una guía para la
autobservación, vale decir, cómo utilizo “a mi favor” todas aquellas emociones
y experiencias dolorosas que me han marcado desde la infancia, qué significan
esas marcas emocionales y por qué están ahí.
Esa autobservación está centrada en mi mundo interno, ahora, nos vamos a
enfocar en las señales que nos ofrece el mundo exterior a nosotros, reflejado
en los otros y en las circunstancias de vida que hemos experimentado antes o
que son actuales. Para ello, vamos a basar nuestra observación en las Leyes Herméticas (capítulos 9 y 10) pues
resultan ser bastante pedagógicas y claras. Yo lo haré aún más simple.
Por supuesto, sigo recibiendo todas las consultas que
quieran hacerme por interno.
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