Nueva Humanidad: El milagro

domingo, 8 de febrero de 2009

Aún el más seco de los corazones guarda fertilidad suficiente para ver crecer en él el milagro del amor.

DE MI FORMACION

Como la mayoría de los buscadores de respuestas, pasé muchos años recorriendo caminos, escuelas, tradiciones espirituales de oriente y occidente, husmeé en escuelas mistéricas e iglesias tradicionales, acumulé conocimientos y algunas respuestas que, sin embargo, terminaban siendo de amplitud limitada y me empujaron siempre a seguir buscando. Muchísimo estudio, enormes cantidades de lectura, voluntariado y mucha oración me fueron guiando a mi destino.

Fui por varios años formada en la Espiritualidad Ignaciana (Jesuitas, Compañía de Jesús, Ignacio de Loyola). Una vez que dejé la religión tradicional, fue el Reiki lo que me inició y le hizo recordar a mi alma el camino de regreso a casa.

Maestría de Reiki y muchas de sus variantes y disciplinas relacionadas con la canalización y uso de la Energía del Universo, el estudio del Ayurveda así como una serie de eventos “casuales” en mi vida terminaron por ponerme en mi lugar.

Eternamente agradecida de este recorrido que me hizo comprender que “Ninguna religión, ni creencia, ni doctrina tiene toda la verdad, pero todas tienen algo de verdad”, aquella en la que alguien decida quedarse un tiempo o toda la vida es aquella que responda a las necesidades de cada alma, en ese momento.

Cuando me preguntan quién fue, ha sido o es mi Maestro no sé por dónde empezar ya que han sido muchos, algunos muy presentes y otros de incógnito; algunos encarnados en vida y otros que me han guiado desde otro lado, desde una conciencia superior (Sí, señores, eso existe!)

Mis Maestros, no necesitan identificarse con una creencia, religión o doctrina pues, si bien en sus enseñanzas hay algo de todo ello, su ciencia, conocimiento y enseñanza va mucho más allá, es expansiva e inclusiva.

Mis Maestros, ALQUIMISTAS POR EXCELENCIA, me han guiado, enseñado y cobijado en su radiación mientras con disciplina y una instrucción libre de dogmas y –también- libre de sentimentalismos me enfrentan una y otra vez a la decisión de continuar desafiándome, así como a la decisión de entregar a otros lo que he encontrado.

NO TENGO TODAS LAS RESPUESTAS, PERO TENGO LAS QUE NECESITO EN CADA ETAPA Y LAS COMPARTO CONTIGO.

Nueva Humanidad

domingo, 8 de febrero de 2009

El milagro

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